Maridajes con espumantes

¡Buenas noticias para los paladares sibaritas! Ya no hace falta esperar una celebración especial ni las Fiestas de Fin de Año para descorchar un espumoso. Atrás, a lo lejos, quedaron las épocas en las que las burbujas solo se asociaban con momentos trascendentales de nuestras vidas.

Históricamente, el Champagne, la Champaña (licencia poética castellanizada), el espumante o espumoso, siempre fue protagonista principal a la hora de brindar por los buenos augurios, los casamientos, los egresos universitarios, los nacimientos, los aniversarios y las conmemoraciones plenas de felicidad.

 

Sin embargo, en la actualidad, el consumo no queda reservado únicamente a esos instantes irrepetibles. Hace al menos una década, los wine lovers descubrieron que la sutileza y ecumenismo de los vinos espumosos podían aprovecharse de manera cotidiana, sin tener que esperar esas ocasiones memorables. 

 

A partir de sus finas burbujas, su elegancia y su acidez refrescante, el espumante se instaló con fuerza en la mesa de los consumidores, que acompañan diferentes comidas con ejemplares muy versátiles.   

 

Hoy, es muy común maridar espumosos con un sinfín de platos, de principio a fin. En primer lugar, se impuso como aperitivo, pues su suavidad, delicadeza y sutiles burbujas, predisponen mejor que otras bebidas o tragos, cuya contundencia y dosaje alcohólico sirven más para anestesiar las papilas gustativas que para estimularlas.

 

Asimismo, según su método de elaboración, es perfecto partener de variopintos platos principales: de pescados y arroces, hasta pastas, carnes blancas y rojas. Pensamos, además, en múltiples combinaciones con postres, en el epílogo de las comidas. Los maridajes burbujeantes son definitivamente infinitos y sorprendentes.

 

Estilos de maridajes

En términos generales, los espumosos elaborados bajo el método Charmat (segunda fermentación en tanques) son más ligeros, frescos, frutados y ágiles en boca. Son ideales como aperitivos o en tándem con ensaladas verdes, mariscos o clásicos sándwiches “al paso”.

 

Por su parte, los espumosos que atesoran segunda fermentación en botella, denominados método Tradicional o Champenoise, por su pronunciada estructura, maridarán muy bien con platos más untuosos y complejos (pescados grasos, pollo, cerdo, pato y hasta carne vacuna). 

 

Un destacado exponente Charmat, pensado para gente joven y que quiere adentrarse en el mundo del espumoso, es Estrella Bianchi Extra Brut. Blend de Chardonnay y Pinot Noir, es un producto de intensos aromas frutados y frescos, amalgamados a la perfección con notas florales y frutales muy delicadas, refrescantes, con dejos de levadura, obtenidas de su contacto con las borras finas de la fermentación. En boca es fresco, envolvente, de acidez equilibrada, lo que le da buen volumen y personalidad.

 

Estrella es ideal para beber solo como aperitivo, en encuentros descontracturados y distendidos, o maridar con appetizers. ¿Los must? bruschettas de mar, sashimis, tartar de salmón y palta, pinchos caprese y de pollo. Este espumoso es perfecto, además, para armonizar entradas como ostras, ceviche y tiraditos de atún o pulpo. Si somos de los postres, por su frescura, optaremos por una ensalada de frutas, frutos blancos y tropicales.  

 

Si buscamos una combinación enogastronómica un poco más compleja, Famiglia Bianchi Extra Brut es el indicado. Elaborado bajo el método Champenoise, también es un corte mayoritariamente de Chardonnay y Pinot Noir, que estuvo 12 meses en contacto con las lías. Complejo, voluminoso y cremoso, sobresale por sus persistentes y finas burbujas, con marcados aromas a duraznos blancos, dejos minerales y notas de pan tostado. En el paladar es amable, de muy buena estructura, acidez balanceada y prolongado final.

 

Famiglia Bianchi Extra Brut nos invita a hacer un maridaje sublime con piezas de sushi, cocina nikkei, tablas exóticas de frutos de mar o elaboraciones picantes como pollo al curry y clásicos del sudeste asiático del estilo pad thai, hot pot y platos a base de arroz, legumbres, cúrcuma o aceite de mostaza. Los maridajes por contraposición funcionan muy bien con los espumosos.

 

Por último, pensado para todos los paladares que buscan máxima sofisticación y complejidad en los espumosos, Bianchi Extra Brut Premium es la opción más atinada. Método Champenoise, pergeñado al mejor estilo francés, es un mix súper elegante de Chardonnay en mayor proporción y Pinot Noir. El dato peculiar es que reposó siete años sobre lías, lo que revela gran carácter aromático con profundas notas a almendras, pan tostado, frutas frescas como el durazno y frutas tropicales almibaradas sobre un fondo de flores blancas. En boca es de notable estructura, en donde se potencian de manera enjundiosa las burbujas finas y equilibradas, dando una persistencia muy prolongada.

 

¿El maridaje? Los más osados pueden ir por carnes rojas como lomo o entraña (es cuestión de animarse y sacarse prejuicios). También cortes de cerdo como el solomillo será un óptimo compañero en la mesa. Si vamos por la línea de pescados, pensemos en opciones grasas como salmón, trucha o pacú. Otras opciones tentadoras: pescado azul grillado, pastas rellenas (sorrentinos de pescado al verdeo, ravioles negros de pescado), risotto de frutos de mar, de hongos y con merluza y champignones. ¿Lo más sublime? Gambas al ajillo. ¡Salud y a disfrutar las bondades de los espumosos en estas Fiestas que se aproximan o en cualquier momento del año!